Hay diversos aspectos o elementos de una mampara de baño que van a determinar su calidad en general: perfiles, sistema de apertura, cerramiento, accesorios, diseño… pero muy especialmente la calidad del vidrio usado en su producción. El proceso de templado del vidrio con el que se hacen las mamparas hoy en día es un factor clave para la seguridad, dureza y durabilidad del producto. Ahora bien, ¿sabes en qué consiste el templado del vidrio? Si no es así, sigue leyendo...
Las mamparas de ducha o bañera más duraderas y sólidas son las que llevan hojas o paneles en vidrio templado de seguridad, en lugar de acrílicas.
El templado del vidrio consigue,
mediante un tratamiento térmico industrial, aumentar considerablemente la resistencia y eliminar la posibilidad de fracturas.
Más resistentes que las mamparas acrílicas
La mayoría de las mamparas de baño
cuentan ya con vidrios templados de diferentes grosores
, aunque
todavía hay muchas mamparas acrílicas, mucho más baratas y
fabricadas en metacrilato. Aunque son de peor calidad, tienen algunas ventajas en materia de limpieza y mantenimiento
, ya que disimulan mejor las gotas de agua y los restos de cal o suciedad por su superficie más porosa. Las mamparas de vidrio, sin embargo, necesitan una limpieza más frecuente para lucir bonitas y elegantes. Por si aún no lo sabías, la principal característica del vidrio templado de seguridad o vidrio securizado es que
no se rompe en fragmentos que puedan cortar, sino que, en el improbable caso de que se rompiera el cristal, lo haría en pequeños trozos de cantos redondeados, que no supondrían peligro alguno
. Huelga decir que es muy poco frecuente e inusual que un cristal templado se fracture, a no ser que reciba un golpe en alguna de sus esquinas o que tenga algún defecto de fábrica. Si no te atreves a instalar tu nueva mampara de ducha, en solomamparas.es tenemos una red de instaladores profesionales que se ocuparán de dejártela montada cuando te llegue a casa.
¿Cómo es el proceso de templado del vidrio?
Antes de someter el cristal a altas temperaturas en un horno, es preciso
cortarlo con la forma y medidas deseadas.
No se puede hacer después. El proceso de templado del vidrio hará que no sea posible manipular el cristal después, ya que se fracturaría. Una vez cortado,
el cristal tiene que ser revisado al detalle,
en busca de posibles imperfecciones que pudieran causar su rotura una vez iniciado el tratamiento de templado. También se necesitan pulir los bordes o cantos para suavizarlos y después lavar el cristal antes de introducirlo en el horno. El proceso de templado del vidrio consiste en
someterlo a altísimas temperaturas en un horno industrial
para templar que alcanza los 620 grados Celsius de media. En este proceso,
se suelen utilizar hornos horizontales
(eléctricos, de convección o mixtos) que transportan el cristal sobre rodillos cerámicos.
El vidrio caliente sacado del horno se enfría después
con chorros de aire a alta presión
, que consiguen que las superficies exteriores se contraigan más rápido que las interiores (que se encontrarían en tensión),
otorgando al cristal la fuerza y resistencia deseadas.
¿Cuál es el resultado final?
Como ya hemos reseñado,
un vidrio templado tiene cinco veces más resistencia
que un vidrio normal que no ha pasado por este proceso térmico. El tratamiento
aumenta considerablemente la resistencia tanto a la flexión como al choque térmico
(de hecho este es el cristal más recomendado para las puertas de los hornos de cocina). Eso sí, como hemos dicho antes, una vez realizado el templado del vidrio este no se podrá transformar, modificar o tratar de manera alguna, porque podría dañarse o incluso romperse.
¿Dónde encontramos cristales templados?
El proceso del templado del vidrio se usa, además de en decoración de interiores (no sólo en mamparas de bañera y ducha, sino también en puertas divisorias de oficinas u hogares, por ejemplo), en otros sectores como el automovilístico o el de la construcción.